Asfalto caliente
Para procesar el asfalto caliente, el producto debe tener una temperatura de al menos 160 °C. Como la mezcla no debe enfriarse mientras se transporta desde la planta hasta el lugar de aplicación, se vuelve imprescindible contar con una cadena de transporte compleja y vehículos especiales. Al tener que usar estos vehículos especiales, el asfalto caliente no resulta rentable para efectuar reparaciones pequeñas y, por eso, no se utiliza.
Asfalto de baja temperatura
La principal diferencia con respecto al asfalto caliente convencional es la temperatura de procesamiento y extendido. Si lo traducimos a cifras estamos hablando de una reducción de temperatura de 20 - 40°C. Los efectos asociados con la producción y aplicación incluyen, por ejemplo, la mejora del balance energético global y la reducción de las emisiones durante la producción o una menor exposición a componentes nocivos cuando se aplica betún de baja temperatura.
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Asfalto frío
La mezcla fría se produce con áridos no calentados y emulsión de betún o betún espumado (EAPA). El asfalto frío se endurece cuando entra en contacto con el aire ambiente; así que, a diferencia del asfalto caliente, la mezcla fría puede almacenarse en contenedores herméticos y conservar las propiedades adecuadas para aplicarse incluso después de meses de almacenamiento. Todas estas propiedades convierten al asfalto frío en el material de construcción ideal cuando se tienen que hacer pequeñas reparaciones de asfalto.