SF 1000 C

30 años y... ¡como el primer día!

De hecho, todavía existe: la antigua y prestigiosa fresadora de los años noventa. Ya tienen un montón de años, hace mucho que no están actualizadas desde el punto de vista técnico pero... ¡siguen al pie del cañón, operativas y fiables como el primer día! En la empresa Borkowski GmbH de Langerwehe (Alemania), una SF 1000 C del año 1991 demuestra día a día que las fresadoras de Wirtgen son fieles a su compromiso con la calidad incluso después de 30 años.

Un viejo tesoro

Cuando sale del garaje este viejo tesoro pintado en azul brillante y con un mantenimiento perfecto, todos se quedan boquiabiertos. Es un gran bloque de acero macizo que recuerda más bien a una pequeña locomotora diésel antigua, fortachona y casi bruta en comparación con las fresadoras actuales y su forma ergonómica. Falta el techo y no hay ni rastro de sistemas de asistencia, cámaras o equipamiento de alta tecnología. Helmut Borkowski, empresario autónomo desde 1990 y orgulloso propietario de este magnífico ejemplar, está acostumbrado a este tipo de reacciones. «Una vez llevamos a esta "abuela" a la fábrica de Wirtgen y salieron todos del taller para verla. Y en las obras muchas veces nos reciben con vítores cuando aparecemos con nuestra SF 1000 C. ¡Pero hace su trabajo impecable, como siempre, y aunque ya tiene 30 años sigue siendo igual de funcional que el primer día!»

«Nos jubilaremos y aún seguirá al pie del cañón. Ya no se ven cosas así.»

Helmut Borkowski, propietario de la empresa Borkowski GmbH

La primera máquina nueva para Borkowski... y un ejemplo de rendimiento desde el primer día

Para Borkowski, la compra de la SF 1000 C fue su primera nueva adquisición en los inicios de la empresa. «De aquella era nuestra máquina principal, y la usábamos noche y día», recuerda Helmut Borkowski. Desde entonces, la máquina tiene a sus espaldas más de 7000 horas de servicio, y su récord de fresado está en 3200 m² al día, una cifra nada desdeñable a principios de la década de 1990. En la actualidad, la máquina se emplea preferentemente en obras con superficies no muy grandes de entre 300 y 400 m². Aunque su capacidad en cuanto a profundidad de fresado ha mermado (de 10 a 8 cm), por su buena maniobrabilidad y su rapidez son muchos los clientes que la piden expresamente. «Muchas veces me dicen: ¡Venga, envíame la máquina vieja! Se le puede quitar la cinta, fresa en ángulo de 90º... ¡No hay máquinas tan grandes capaces de todo eso!». En este sentido, la SF 1000 C le planta cara incluso a la moderna W 50.

Cifras y datos sobre Borkowski GmbH, Fräsarbeiten für den Tief- und Straßenbau
Datos de la empresa
Denominación de la empresa
Borkowski GmbH, Fräsarbeiten für den Tief- und Straßenbau
Fundación
1990
Propietarios
Helmut y Rita Borkowski
Empleados
18
Máquinas de Wirtgen
Fresadoras pequeñas
10 unidades
Fresadoras compactas
7 unidades
Fresadoras grandes
4 unidades
Cortadores de juntas
5
Alimentadoras de Vögele
1 (MT 3000-2i Offset)

Los hombres que susurraban a las fresadoras

No solo Helmut Borkowski, sino también sus empleados Marco Mosebach y Udo Lehwald trabajaron desde el primer momento con la máquina y la miman como la niña de sus ojos. «Es una auténtica pieza de museo, si fuera un coche tendría que llevar la matrícula especial de vehículo de época», afirma Marco Mosebach. «Todo empieza por el volante fino. Las reacciones son un poco lentas, no hay nada con control electrónico... pero esto también significa que hay menos cosas que se pueden estropear. Para manejarla necesitas sensibilidad y experiencia. Vas sintiendo lo que la máquina te pide». Por tanto, no es de extrañar que solo manejen la máquina los tres «perros viejos» de la empresa. «El viejo dicho de los maquinistas es especialmente apropiado en este caso», comenta Marco entre risas. «Mira al maquinista y mira al tambor de fresado. Entonces sabrás con quién te la estás jugando».

«Si se estropean dos picas, me doy cuenta. Casi no tengo ni que mirar la imagen de fresado».

Marco Mosebach, desde 1990 en la empresa Borkowski

Las vivencias conjuntas sirven de cohesión

Cuando el hombre y la máquina forman equipo durante tantos años, siempre hay lugar para alguna que otra situación extravagante. Udo Lehwald cumplió esta primavera 30 años en la empresa —en paralelo a la máquina— y recuerda un trabajo de emergencia por la noche en una autopista completamente cubierta por la nieve. Se había roto el depósito de gasóleo de un camión y el combustible había contaminado la autopista. «Un quitanieves organizado a toda prisa, una barredora y un carro esparcidor me acompañaron a mí y a la SF 1000 C desde aquí hasta la obra, más de diez kilómetros, porque para mí solo habría sido imposible llegar». No obstante, todo salió bien y la máquina demostró una vez más toda su capacidad.

No se ha escatimado nunca en modernización

Helmut Borkowski concedió desde el principio un gran valor al equipamiento de alta calidad, y tampoco escatimó costes con su piedra fundacional, la SF 1000 C. Cuando se convirtió en estándar el plegado automático de la rueda trasera derecha, la antigua fresadora se sumó a la tendencia, naturalmente. La máquina no cuenta con los sistemas de aspiración más avanzados, pero Borkowski fue uno de los primeros en reequipar todas las fresadoras de carga frontal con la tecnología moderna. «Antes, cuando volvías del trabajo a casa y te duchabas, la bañera quedaba toda negra. Eso ya no pasa hoy en día».

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Iniciativa propia

No obstante, especialmente en el caso de la vieja SF 1000 C siempre hizo falta mucha iniciativa propia. Por regla general, los empleados se encargaban de las reparaciones ellos mismos y no hacían ascos a la hora de buscar soluciones: así, los manitas de Borkowski construyeron una chapa de acero propia y la soldaron para proteger los tubos flexibles hidráulicos, con lo que desde entonces se acabaron las averías en el sistema hidráulico.

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El buen cuidado lo es todo

¿Averías? ¡Qué va! Naturalmente, hubo pequeños incidentes: alguna vez se rompió el embrague, otras veces la oruga, de vez en cuando había que sustituir la bomba o un tubo flexible hidráulico... Sin embargo, en las últimas tres décadas nunca se produjo una avería real de la máquina, y eso que la caja de cambios sigue siendo la original de 1991. ¿Cómo se explica? El buen cuidado, el uso exclusivo de piezas de repuesto originales y a buen seguro también las ganas que le ponen los empleados al mantenimiento y la conservación de la máquina.

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Servicio top de piezas de repuesto: siempre disponible, siempre orientado a la solución

Marco y Udo, de profesión mecánico de automoción y mecánico de máquinas, respectivamente, conocen a la perfección los achaques de su máquina de época y siempre saben exactamente lo que le pasa. En este sentido, es de gran ayuda que siga habiendo disponibles piezas originales de Wirtgen. Y, si en alguna ocasión este no es el caso, como ocurrió hace poco con una avería de la bomba, el equipo de servicio técnico de Wirtgen revisa la pieza de mantenimiento y la devuelve reparada en tiempo récord.

Udo recuerda con una sonrisa un sucedido, cuando durante unos trabajos de fresado por la noche explotó un tubo flexible hidráulico y la SF 1000 C se quedó atascada bloqueando dos vías de tranvía. Por suerte, tenía a mano un tubo flexible de repuesto: no se dejó amilanar por lo apurado de la situación y consiguió despejar de nuevo el camino en tres cuartos de hora. En la actualidad, si surge alguna avería en la obra, el servicio de piezas de repuesto de Wirtgen se presenta directamente in situ.

«El servicio técnico es magnífico. En cuanto surge cualquier cosa... ¡zas! Ahí están los técnicos de servicio: llegan, lo reparan y se van. Ya no se necesitan paquetes de tubos flexibles o cosas similares».

Marco Mosebach

Una mirada a Windhagen: se conocen y se estiman

La relación con los de Windhagen es muy estrecha: se conocen desde hace décadas y la colaboración es excelente. «No solo se mima a los clientes, sino también a nuestros proveedores», explica Helmut Borkowski. «Por eso nos reunimos una vez al año para intercambiar impresiones y reflexionar sobre lo que podemos mejorar o sobre cómo podemos resolver juntos los problemas». A Wirtgen también le gusta aprovechar el diversificado parque de fresadoras de Borkowski para hacer test prácticos en las máquinas más modernas en la obra, algo de lo que se benefician a partes iguales el cliente y el fabricante. En este sentido, la «abuela» SF 1000 C ya no juega un papel importante, pero bajo el punto de vista de la sostenibilidad sigue siendo de gran interés para Wirtgen.


No hay motivo para mirar atrás: la tecnología moderna de Wirtgen encandila

Dejando a un lado la nostalgia, el equipo de Borkowski sabe valorar debidamente las ventajas de las fresadoras modernas de Wirtgen. «Lo más importante», afirma Helmut Borkowski, «es que las cosas se le facilitan cada vez más al maquinista». Gracias a los muchos sistemas de asistencia distintos, cada vez es más sencillo hacer un buen trabajo. El puesto de trabajo es mayor y más intuitivo, la oruga trasera acompaña la dirección, el rendimiento a la hora es más alto». «Sin embargo», comenta Marco, «también se disfruta conduciendo la antigua técnica puramente mecánica de siempre, y al hacerlo te olvidas de buen grado de las restricciones de confort que supone».

«Las nuevas máquinas y la tecnología son de ensueño. Es genial y un auténtico disfrute.»

Helmut Borkowski y Udo Lehwald

Las azules de Borkowski: perfectamente preparadas para cualquier reto

La empresa Borkowski ha crecido de la mano de la cartera deWirtgen Group, también porque los requisitos se han ido incrementando y la presión de tiempo se ha hecho cada vez mayor. En su parque de maquinaria, el cliente cuenta con diez fresadoras pequeñas de Wirtgen, siete fresadoras compactas de Wirtgen, cuatro fresadoras grandes de Wirtgen y una alimentadora de Vögele que están operativas en todo momento. Las remodelaciones que antes estaban a la orden del día han desaparecido en gran medida y se limitan al cambio de los tambores de fresado, pero también esto es ahora mucho más cómodo gracias a los sistemas de cambio rápido.

Hoy en día, las «azules» —por lo demás, una elección consciente del color para diferenciarse visualmente de los competidores— son una imagen habitual en las obras de Renania del Norte-Westfalia. Retirada de superficies, perfilado, extendido de calzadas, fresado de ranuras... el espectro de aplicaciones es enorme. Y, si uno se fija bien, con un poco de suerte aún se puede ver un mito de la historia del fresado, la SF 1000 C.

La SF 1000 C, en cifras
Aspectos generales
Anchura de fresado
1000 mm
Profundidad de fresado máx.
0-100 mm
Accionamiento
Ruedas
Cinta de carga
Cinta de carga trasera
Tambor de fresado
Distancia entre líneas
15 mm
Número de herramientas de fresado
80
Diámetro del círculo de corte
504 mm
Inclinación del tambor
máx. 5°
Características de conducción
Marcha de fresado
0-13 m/min
Marcha de desplazamiento
0-10,5 km/h
Capacidad de avance en pendientes en marcha de desplazamiento
15 %
Capacidad de avance en pendientes en marcha de fresado
22 %
Motor
Fabricante del motor
Deutz
Tipo
BF 6 L 913
Potencia del motor
104 kW/139 HP/142 CV
Pesos
Peso operativo
13 930 kg
Carga del eje delantero
aprox. 5900 kg
Carga del eje trasero
aprox. 7400 kg
Cantidades de llenado
Depósito de combustible
190 l
Depósito de aceite hidráulico
85 l
Depósito de agua
440 l